

Hemos reanudado de nuevo los trabajos en el Edificio Zero tras la pandemia mundial ocasionada por el Covid-19. Nadie podía imaginar hace unos meses la situación que nos ha tocado vivir. No es momento de mirar hacia atrás sino al futuro con optimismo, pero con planteamientos más sostenibles y eficientes. Si algo hemos aprendido es que si queremos resultados diferentes tenemos que hacer cosas diferentes.
Volveremos a pasear por nuestras ciudades, a andar en bicicleta, a quedar con nuestros amigos y familiares, pero teniendo siempre en cuenta todo lo que hemos aprendido. Vivimos en casas, trabajamos en edificios, compramos en centros comerciales y nuestros hijos estudian en colegios y universidades. Estamos rodados de arquitectura, y esta tiene que ser capaz de adaptarse a nuestras nuevas necesidades, ya que influye directamente en nuestros hábitos de comportamiento.
El proyecto del Edificio Zero ya estaba planteado para dar respuesta a muchas de estas premisas. Es un edificio de oficinas de consumo cero donde los usuarios han sido uno de los puntos claves a la hora de desarrollar el proyecto.
Antes de retomar los trabajos se ha realizado una guía de directrices de buenas prácticas en la construcción. «Medidas para la prevención de contagios del SARS-CoV-2«. En ella se indican las recomendaciones y medidas de contención adecuadas para garantizar la protección de salud frente a la exposición del coronavirus. Estas medidas se incorporan como un anexo al Plan de Seguridad y Salud existente, como procedimientos de actuación en prevención de riesgos laborables. Se dividen en los siguientes apartados:
Antes de ir al trabajo:
Desplazamientos:
Una vez terminados los trabajos en la envolvente térmica del edificio, cuyas ventajas ya os hemos comentado en posts anteriores, se ha llevado a cabo un trabajo de escaneado láser 3D para estimar la flecha y descuelgue de la cara inferior de los ramos 1 y 2 ya ejecutados. Esto nos ha permitido verificar que los cálculos de deformaciones de la estructura, considerando los principios de la Mecánica Racional y las teorías clásicas de la Resistencia de Materiales y Elasticidad se corresponden con la realidad.
Los escaneados se han realizado con un Láser 3D que tiene una precisión de +/- 2mm en la medida directa de puntos, y una precisión absoluta de toda la cubierta de 5mm. Para la realización de esta nube de puntos se han tomado diferentes puntos de referencia. Una vez obtenida la nube única y limpia de toda la cubierta se genera un mapa de altitudes con los diferenciales con respecto al plano de referencia. Este se exporta y compara con nuestro gemelo digital realizado en BIM. El modelo teórico sobre el que se basa el desarrollo de todo el proyecto del Edificio Zero.
Gracias a este proceso podemos realizar secciones horizontales y verticales para tener un análisis más detallado de lo ejecutado. Los patrones cromáticos obtenidos muestran o resaltan las posibles deformaciones que a simple vista no se ven pero que con el paso del tiempo pueden crear diferentes patologías en el edificio. Minimizamos la posibilidad de errores.
Como habéis podido observar volvemos a coger ritmo. El Edificio Zero continuará su proceso de ejecución con la misma pasión y determinación que al principio. Este reto lo vamos a superar entre todos.