

Cuando pensamos en BIM (Building Information Model) lo primero que nos viene a la cabeza son proyectos de obra nueva, no asociamos BIM y Patrimonio Cultural. Esto tiene que cambiar, las nuevas tecnologías son una herramienta clave en el análisis de lo existente. Nos aportan precisión y rigurosidad en nuestros análisis previos del proyecto, un aspecto clave cuando se interviene en edificio histórico y protegido.
“El Patrimonio Cultural es la herencia cultural del conjunto de bienes materiales e inmateriales, tangibles e intangibles, propias del pasado de una persona, mantenida y transmitida a las generaciones presentes”.
La mayoría de edificios históricos han sufrido transformaciones a lo largo de su historia. Tenemos que ser capaces de detectarlas y analizarlas dentro de su contexto histórico. Profesionales especializados en diferentes áreas son los que establecen las metodologías de trabajo y de actuación para la conservación, destrucción o transformación.
Son procesos diversos donde se tratan tanto aspectos técnicos como pueden ser los materiales, soluciones constructivas o patologías, como aspectos sociales que tienen que ver más con el momento de su construcción y uso. Conocer de nuestro pasado nos ayudará en la toma de decisiones futuras.
BIM es una metodología destinada principalmente a crear una documentación tanto gráfica como de conocimiento, a través del trabajo colaborativo de todos los agentes que intervienen en su desarrollo. Consiste en la creación de un “Gemelo Digital” que vamos modelando según la información obtenida del edificio y de el lugar. Lo podemos modificar o adaptar según diferentes hipótesis o acciones que queramos aplicar sobre él. Aplicar BIM a los proyectos de Patrimonio Cultural nos va a permitir optimizar estos procesos creando un plan de actuación específico y de conservación preventiva.
Intervenir en el Patrimonio Cultural nos obliga a tener un riguroso conocimiento del estado en el que se encuentra el edificio. Ser capaces de combinar BIM con herramientas como un escáner láser 3D nos va a permitir generar una captura precisa y completa del mapa de puntos para la creación del modelo.
Sus principales ventajas son:
Ofrecer un trabajo con criterios unificados, favorecerá el estudio por parte de investigadores o diferentes profesionales, con la posterior difusión del conocimiento asociado. Es necesario establecer nuevas formas de gestión de la información digital del entorno histórico obtenida en estas actuaciones, mediante la creación de estándares BIM específicamente desarrollados para este tipo de proyectos.
El establecer unas pautas de análisis y de actuación acertadas nos va ayudar a desarrollar un plan de mantenimiento a posteriori en el ciclo de vida del edificio. No debemos esperar a que los problemas aparezcan, tenemos que ser capaces de anticiparnos.
Si esta interesado en la metodología de trabajo BIM , no pierdas la oportunidad y apúntate a algunos de nuestros webinar dentro del plan de formación de la Escuela del Reto KÖMMERLING.